Alfonsina Storni fue una destacada poetisa y escritora argentina nacida el 29 de mayo de 1892 en Sala Capriasca, Suiza. Siendo muy joven, emigró con su familia a Argentina, estableciéndose en la ciudad de San Juan. Su vida estuvo marcada por diversas dificultades, como la ausencia de su padre y las dificultades económicas familiares tras el fallecimiento de su madre.
Storni se destacó por su poesía feminista que exploraba temas como el amor, la maternidad, la soledad y la emancipación de la mujer en una sociedad patriarcal. Su voz poética era directa, sensible y desafiante, y se convirtió en un símbolo importante de la literatura feminista en América Latina.
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Infancia y juventud
Sus padres fueron Alfonso Storni y Paulina Martignoni, quienes junto con sus hermanas María y Romero llegaron a Lugano, Suiza, en 1880. Llegando a la Provincia de San Juan. Establecieron una pequeña empresa familiar y, años después, pusieron etiquetas en botellas de cerveza. La cerveza Los Alpes de Storni y Cía comenzó a circular por toda la región.
En 1891 la familia viajó a Suiza, mientras los hermanos mayores permanecieron en San Juan. El 22 de mayo de 1892 nació la tercera hija del matrimonio, Alfonsina, en el pueblo de Saracapriaska, a 8 kilómetros al norte de la ciudad de Lugano. Su nombre se lo puso su padre, un hombre “melancólico y extraño”. Años más tarde, Alfonsina le dijo a su amigo Fermín Estrella Gutiérrez (1900-1990): “Me llamaban Alfonsina, que significa ‘esté preparado para cualquier cosa’. Hay otras versiones que dicen que nació el 22 de mayo, pero la registran en mayo”. 29, y otros dicen que nació en un barco en alta mar. Fue bautizada en la vecina parroquia de Tesserete Village. En Capriasca podemos ver ahora en el borde de la partida de bautismo una inscripción del sacerdote Osvaldo Crivelli, que dice: “La gran poetisa murió en el mar de plata”.
Alfonsina aprendió a hablar italiano y regresó a San Juan en 1896, de donde provienen sus primeros recuerdos.
Estoy en San Juan, tengo cuatro años; me veo colorada, redonda, chatilla y fea. Sentada en el umbral de mi casa, muevo los labios como leyendo un libro que tengo en la mano y espío con el rabo del ojo el efecto que causo en el transeúnte. Unos primos me avergüenzan gritándome que tengo el libro al revés y corro a llorar detrás de la puerta
Poeta en Buenos Aires
A fines de 1911 decidió radicarse en Buenos Aires. Su maleta contenía ropa pobre y barata, algunos libros de Darío y su poesía. Ante una ciudad abierta al mundo, su equipaje era escaso y tenía grandes esperanzas en esa inmigración, que traería nuevo personal productivo y nuevas formas de convivencia.
El 21 de abril de 1912, dio a luz a su hijo Alejandro, hecho que marcó su vida y su obra. Afrontó la crianza de su hijo como madre soltera en un contexto social difícil para las mujeres independientes. A pesar de las presiones y prejuicios, continuó su carrera literaria y se convirtió en una figura icónica para las mujeres que buscaban romper con los roles tradicionales de género.
A los diecinueve años, se trasladó a Buenos Aires y trabajó en distintos empleos para sostenerse. Trabajó como cajero en las tiendas “A la Ciudad de México” en Florida y Sarmiento. En esa época, comenzó a publicar sus primeros poemas en revistas literarias y participó activamente en la escena cultural de la ciudad. En 1916, publicó su primer libro de poesía titulado “La inquietud del rosal”, que recibió elogios y le abrió las puertas al mundo literario. También apareció en la revista Caras y Caretas.
Alfonsina Storni posó para una revista de la época. Su primer libro, Inquietud en el rosal, se publicó en 1916, a pesar de afrontar enormes dificultades financieras. En el primer encuentro de este tipo en Buenos Aires, Alfonsina apareció recitando versos de su propia poesía como homenaje al novelista Manuel Gálvez. Ten confianza. En junio de 1916 apareció en El Mundo Argentina un poema titulado “Poemas de Otoño”. Aunque la letra no fue bien recibida, su capacidad de mirar hacia adentro fue sorprendente e inusual entre los poetas de su época.
Al mirar mis mejillas, que ayer estaban rojas
he sentido el otoño; sus achaques de viejo
me han llenado de miedo; me ha contado el espejo
que nieva en mis cabellos mientras caen las hojas.
Un nuevo camino para la poesía
En 1923, la revista Nuestros, que lideraba la difusión de la nueva literatura en Argentina y moldeó sutilmente las opiniones de sus lectores, publicó un estudio sobre la nueva generación literaria. Simplemente surge la pregunta: ¿A cuáles tres o cuatro de nuestros más de treinta poetas respeta más?
En aquel momento, Alfonsina Storni tenía sólo treinta y un años, lo que significaba que apenas estaba en condiciones de convertirse en una nueva generación de docentes. Su libro “Languidez de ella” publicado en 1920 obtuvo el primer Premio Municipal de Poesía y el segundo Premio Nacional de Literatura, situándose muy por encima de sus pares. Muchas respuestas a la encuesta Nuestro coincidieron en un nombre: Alfonsina Storni.
Alfonsina Storni publicó Ocre en 1925, libro que marcó un cambio decisivo en su poesía. Durante dos años enseñó lectura y oratoria en la Escuela Normal de Lenguas Vivas, donde su condición de escritora quedó firmemente establecida entre el público y entre sus pares. Durante este tiempo murió José Ingenieros, dejándola aún más aislada.
En la década de 1930 viajó a Europa y participó en reuniones del grupo Signos, del que formaban parte Federico García Lorca y Ramón Gómez de la Serna y otras importantes figuras literarias. En 1938 participó en un homenaje en la Universidad de Montevideo a tres grandes poetisas americanas: Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou y ella misma.
Publicó varios libros de poesía aclamados, como “El dulce daño” (1918), “Mundo de siete pozos” (1934) y “Moción de signos” (1938). Su estilo poético evolucionó a lo largo de los años, mostrando una sensibilidad profunda y una mirada introspectiva sobre la condición humana y la experiencia femenina.
La poesía de Alfonsina Storni se divide en dos fases: la primera fase, caracterizada por la influencia del Romanticismo y el Modernismo, corresponde a “La inquietud del rosal” (1916), “El dulce daño” (1918), “Irremediablemente” (1919), “Languidez” (1920) y Ocre (1920). La segunda fase se caracteriza por visiones oscuras, irónicas y dolorosas, plasmadas en El mundo de los siete pozos (1934) y La mascarilla y el trébol (1938).
Storni también incursionó en el teatro: en 1927 creó “Amour mundo” en el Teatro Cervantes, y en 1931 montó dos farsas pirotécnicas más, entre ellas “Cimbelina” y “Boss” de hacia 1900. Lixena y cocinarita”. En 1950 se publicaron sus obras de teatro para niños, pero varias de sus obras infantiles permanecen inéditas. En 1936 fue coautor del artículo “Desbloqueando las raíces de Buenos Aires” para conmemorar los 400 años de la fundación de Buenos Aires.
Últimos años
En sus últimos años, Alfonsina Storni enfrentó problemas de salud, incluyendo un diagnóstico de cáncer de mama. El 25 de octubre de 1938, tras sufrir un estado depresivo y un agotamiento físico, caminó hacia el mar en Mar del Plata, donde se suicidó al arrojarse al agua desde La Escollera Sur. Su trágica muerte conmocionó a la sociedad argentina y dejó un legado imborrable en la literatura hispanoamericana.
La muerte de Alfonsina Storni es un evento trágico que ha dejado una marca indeleble en la historia literaria y en la memoria colectiva. La forma en que Alfonsina Storni eligió partir, caminando hacia el mar y sumergiéndose en sus aguas, ha generado especulaciones y reflexiones poéticas sobre su último acto. Muchos interpretan este gesto como una metáfora de su vida y su obra: una mujer que enfrentó las olas de la vida con valentía, pero que al final, agobiada por el dolor y la enfermedad, encontró la paz en el abrazo del mar.
El legado de Alfonsina Storni sigue resonando a través de sus poemas, donde exploraba la vida, el amor, la maternidad y la condición de la mujer en una sociedad patriarcal. Su muerte trágica y poética ha contribuido a perpetuar su figura como un ícono literario y un símbolo de la lucha femenina por la libertad y la igualdad.
La obra de Alfonsina Storni continúa siendo celebrada por su valentía, su sensibilidad poética y su contribución al feminismo en la literatura. Su legado perdura como un símbolo de fortaleza y lucha por la libertad y la igualdad de género en el ámbito cultural y social.
Datos curiosos
Estos datos curiosos resaltan la vida y la obra de Alfonsina Storni, una figura emblemática de la literatura argentina y latinoamericana que desafió las normas sociales de su tiempo y dejó una huella indeleble en la historia literaria.
Emigración a Argentina desde Suiza: Alfonsina Storni nació en Suiza y emigró a Argentina a la edad de cuatro años, estableciéndose en la ciudad de San Juan. Esta experiencia temprana de cambio de país y cultura influyó en su visión del mundo y en su obra literaria.
Trabajo variado antes de convertirse en escritora: Antes de dedicarse por completo a la escritura, Storni desempeñó una variedad de trabajos para sostenerse, incluyendo labores como maestra, actriz, secretaria y empleada de comercio.
Fue madre soltera: En 1912, Alfonsina Storni dio a luz a su único hijo, Alejandro. A pesar de ser madre soltera en una sociedad conservadora, continuó su carrera literaria, desafiando las expectativas sociales de la época.
Estilo literario desafiante y directo: Storni era conocida por su estilo poético directo y desafiante. Sus escritos reflejaban una voz auténtica y valiente que abordaba temas controvertidos para su época, como la sexualidad femenina, la maternidad y el rol de la mujer en la sociedad.
Influencia en el feminismo: Su poesía se convirtió en un referente para el feminismo en América Latina. Abogaba por la libertad de la mujer y cuestionaba los roles tradicionales de género, abriendo camino para la exploración de la identidad y la autonomía femenina en su obra.
Su trágica muerte: Su suicidio dejó una profunda impresión en la sociedad argentina y generó múltiples interpretaciones y especulaciones sobre sus motivaciones.
Legado literario duradero: A pesar de su corta vida, el legado literario de Storni perdura. Sus poemas y escritos continúan siendo estudiados y celebrados por su sinceridad, su fuerza emocional y su contribución al canon literario en lengua española.